Lo único que queda es el amor, reseña

Lo único que queda es el amor

Autor. Agustín Fernández Paz

Editorial: Anaya

Páginas: 208

Diana, Sara, Pablo, Laura, Adrián… Todos los personajes han experimentado estar enamorados alguna vez en su vida. Han comprobado que al amor es un sentimiento poderosísimo, capaz de transformarnos por entero y hacernos ver la vida de otra forma. Pero también experimentan la amargura del desamor, o de la ausencia, o de los amores rotos. El amor con todas sus variantes: desde el primer amor adolescente hasta el amor que pervive más allá de la muerte. Y, siempre, los libros como compañeros en la aventura de amar…

Nunca antes había leído un libro de este tipo, es decir, una recopilación de relatos cortos. Sin embargo, después de acabar con "Lo único que queda es el amor", me prometí a mí misma que tenía que repetir.

Una de las cosas que más me ha gustado del libro, es que en todos los relatos nos encontramos con que tanto el mundo de los libros, como de la escritura, o de la literatura en general, están presentes en la trama de cada una de las historias. Sobre todo en el primer relato de todos, "Un radiante silencio". Este es el que más me gusta de toda la recopilación. Sara, la protagonista, odia su trabajo -estar encerrada en una oficina-. Un día, a la hora del almuerzo decide cambiar su rutina, y en vez de irse con sus compañeros, entra a un bibliocafé que acaban de abrir. Le parece un lugar muy acogedor y perfecto para distraerse de su horrible trabajo -sobra decir que Sara es una enamorada de los libros-. Un día, cuando se dispone a elegir su próxima lectura se encuentra con una tarjeta. En esta, tan solo se ve escrito un fragmento, el título del libro al que pertenece y el nombre de su autor, y por la otra cara su nombre. Y cada día, a la hora del almuerzo, Sara se encuentra una nueva tarjeta...

No os puedo contar nada más, solo que leáis el libro para descubrir quien es el que le está escribiendo estas tarjetas. Otra cosa que me ha encantado de este relato es el bibliocafé. Nunca antes había oído hablar de un establecimiento con estas características. Es como una librería, pero aparte tiene una pequeña cafetería, de este modo puedes comprar un libro y leerlo allí mismo mientras te tomas un café. Y... ¿qué hay mejor que leer acompañado del aroma a café?

Sin embargo, hay dos cosas de este libro que no me han gustado. La primera son las ilustraciones. Me parecen demasiado tétricas y sombrías para lo que es el tema principal del libro, es decir, el amor. Casi se podría decir que odio el aspecto físico que utiliza Pablo Auladell, en todas y cada una de ellas. El otro aspecto que no me ha llegado a convencer del libro es que algunos relatos no son verosímiles, y esto hace que no pueda llegar a empatizar con los personajes. Esto me ha ocurrido sobre todo con "Una foto en la calle". No os voy a decir el porqué, dado que os haría varios spoilers.

A pesar de estos dos puntos, os recomiendo esta recopilación de relatos cortos, sobre todo para esta época del año o para un periodo de exámenes, ya que al ser pequeñas historias es una lectura muy ágil y que puedes pausar sin miedo a perderte.

4/5